Resumen
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, con una prevalencia del 10% en España, siendo la primera causa de discapacidad. El principal síntoma, y hacia el cual se dirigen la mayoría de las terapias, es el dolor. El objetivo de esta revisión bibliográfica es saber cómo se puede tratar esta enfermedad, cuáles son las terapias en investigación, mostrando estudios ejemplo que nos ayuden a sacar conclusiones.
Se realiza a través de la consulta de diferentes fuentes bibliográficas. Existe un tratamiento no farmacológico basado en la educación sanitaria del paciente, incluyendo prácticas como la acupuntura o los ultrasonidos, determinados alimentos, ejercicio físico y plantas medicinales.
También existe un tratamiento farmacológico con analgésicos y antiinflamatorios vía oral y de acción rápida, para aliviar el dolor, como paracetamol y AINES, opioides débiles y opioides fuertes que se usan vía transdérmica en esta patología; y por último capsaicina o AINES vía tópica.
Existen fármacos modificadores de la enfermedad denominados SYSADOA de acción lenta, como el condroitín sulfato, sulfato de glucosamina y diacereína. En ocasiones se hacen infiltraciones articulares con ácido hialurónico y corticoides para que actúe de forma local y sea más eficaz, e incluso a veces con toxina botulínica y otras sustancias que veremos.
El tratamiento quirúrgico es otra alternativa, pero no hablaremos de ella en nuestro trabajo. El tratamiento de la artrosis se centra sobre todo en aliviar el dolor de los pacientes y mejorar su calidad de vida.
Tratamiento farmacológico
- Fármacos por vía oral (ocasional intramuscular, intravenoso o tópico): El tratamiento farmacológico lo podemos dividir en dos grupos:
– Fármacos modificadores de los síntomas, centrados en el alivio del dolor. Son los analgésicos de primer, segundo y tercer escalón.
-Fármacos modificadores de la enfermedad, que, a su vez, de una forma más lenta, también tienen efectos sobre los síntomas, en especial sobre el dolor. Incluyen el sulfato de glucosamina, condroitín sulfato y diacereína.
- El paracetamol es analgésico y antipirético, cuyo mecanismo de acción se basa en inhibir la COX -3 que participa en la síntesis de prostaglandinas. No es antiinflamatoria, ya que no inhibe la COX de los tejidos periféricos. Suele ser la primera opción en el tratamiento del dolor artrósico y se suele utilizar de forma crónica. La mayor contraindicación es la enfermedad hepática. Puede aumentar la vida media de la warfarina. Es un fármaco seguro, eficaz y barato.
- Los AINEs tienen actividad antiinflamatoria, antipirética y analgésica, ya que inhibe la acción de las enzimas COX-1 y COX-2 a nivel periférico, inhibiendo la síntesis de prostaglandinas y la migración leucocitaria y de mediadores inflamatorios a las áreas inflamadas. Su principal indicación sería en la reagudización del dolor artrósico y durante cortos periodos de tiempo. Los más usados en la artrosis son el ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco y dexketoprofeno por vía oral. El dicoflenaco se suele usar vía tópica también. Los inhibidores selectivos de la COX-2 como el celecoxib o etoricoxib son los más recomendados en cuanto a eficacia en esta patología.