Los adolescentes están ocupados. Sus horarios están llenos de escuela, trabajo, actividades extracurriculares, tareas y tiempo social con amigos. Es posible que no tengan mucho tiempo libre disponible, y el tiempo libre que tienen a menudo lo pasan frente a las pantallas.
En promedio, los adolescentes usan pantallas unas nueve horas al día. Esto puede haber aumentado durante la pandemia de COVID-19, lo que llevó a los adolescentes a ser cada vez más sedentarios.
El ejercicio regular es importante para los adolescentes, pero puede ser un desafío hacer que se muevan.
Esto es lo que los padres deben saber sobre los adolescentes y el ejercicio:
¿Cómo ayuda el ejercicio a los adolescentes?
Hay muchos beneficios del ejercicio regular que no se limitan solo a los adolescentes. Mejora la salud física y mental de personas de todas las edades y capacidades. Para los adolescentes, el ejercicio aumenta la resistencia, la fuerza ósea y muscular y la capacidad aeróbica. Ayuda a mantener un peso saludable y mejora el sueño. Estos factores son críticos a medida que los adolescentes crecen y se desarrollan durante sus años formativos.
El ejercicio también ayuda a la salud mental de los adolescentes. Libera endorfinas que eliminan el estrés y reduce la producción de hormonas del estrés en el cuerpo. Mejora las habilidades de pensamiento y memoria, lo que ayuda en situaciones escolares y sociales. El ejercicio también reduce el riesgo de depresión y ayuda a los adolescentes a sentirse con más energía y tener una perspectiva positiva de la vida.
Uno de los mayores beneficios del ejercicio regular para los adolescentes es que establece un hábito saludable que sienta las bases para una vida de buena forma física. Las investigaciones muestran que los niños y adolescentes activos se convierten en adultos sanos y activos.
“Mis pacientes me motivaron a ser más activo. Yo no era un adolescente o un adulto físicamente activo. Ver a mis pacientes inactivos luchar a medida que envejecen me convenció de que necesitaba hacerlo mejor. Si bien todavía no me gusta el ejercicio, ahora corro con regularidad. Hubiera sido mucho más fácil si hubiera comenzado hace 30 años. Y me siento mucho mejor”, esto según un padre de familia.
¿Cuánto ejercicio necesitan los adolescentes?
El Departamento de Salud y Servicios Humanos recomienda que los niños y adolescentes mayores de 6 años hagan al menos una hora diaria de ejercicio de cinco a seis días a la semana.
Si su adolescente participa en un deporte, probablemente haga suficiente ejercicio todos los días. Pero si están fuera de temporada o no suelen participar en deportes, es posible que deba ayudarlos a encontrar algún ejercicio o actividad para hacer cada semana.
¿Qué tipos de ejercicio necesitan los adolescentes?
Como parte de su hora diaria de ejercicio, el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomienda que los niños y adolescentes incorporen este tipo de actividades al menos tres días a la semana:
- Aeróbicos: los ejemplos incluyen: correr, andar en bicicleta, nadar, bailar, clases de aeróbicos, usar un entrenador elíptico y caminar.
- Los ejemplos de fortalecimiento muscular incluyen levantamiento de pesas; usando bandas de resistencia; subiendo escaleras; bailando; andar en bicicleta; y haciendo flexiones, sentadillas y abdominales.
- Los ejemplos de fortalecimiento de los huesos incluyen saltar la cuerda y correr, así como los deportes que involucran saltos o cambios rápidos de dirección.
¿Cómo puedo motivar a mi adolescente a hacer ejercicio?
Motivar a los adolescentes puede ser un desafío, pero es posible.
Estos son algunos consejos si su adolescente parece estar interesado en sentarse más y hacer menos ejercicio:
- Modelar comportamientos de ejercicio saludable
Usted es el modelo a seguir para sus hijos adolescentes. Es más probable que sean físicamente activos si lo convierte en una prioridad familiar. Hable sobre lo bien que se siente después de hacer ejercicio, planee vacaciones activas, programe caminatas nocturnas en familia, vaya al gimnasio o haga ejercicio juntos en casa. - Encuentra la diversión
El ejercicio no tiene por qué ser aburrido. Trabajen juntos para encontrar ejercicios que su adolescente encuentre divertidos e interesantes. Prueba un nuevo deporte. Ponga música y organice una fiesta de baile en la cocina. Explore un sendero natural o vaya en bicicleta a un parque local. Pruebe un nuevo video de ejercicios en línea. Centrarse en la diversión hará que el ejercicio sea algo que anhelen en lugar de temer. - Incorporar el movimiento a la rutina diaria
No olvides que cada bit cuenta, anime a su hijo adolescente a dar un paseo con amigos durante el almuerzo, usar las escaleras en lugar del ascensor o estacionar el automóvil en la parte trasera del estacionamiento. Estas son formas en las que también puede modelar hábitos saludables. - Hazlo social
Hacer ejercicio con otros nos mantiene motivados e inspirados y los adolescentes no son una excepción. Anímelos a unirse a un equipo con amigos o programar un partido de baloncesto regular con los vecinos. - Anímelos
Observe y felicite a los adolescentes cuando hacen ejercicio. A todos les gusta escuchar que están haciendo un buen trabajo, incluso los adolescentes que ponen los ojos en blanco. Felicítelos por sus resultados y recuérdeles que el progreso lento y constante es una buena manera de mantener hábitos saludables. - Ate el ejercicio a otros intereses
No todos los adolescentes quieren unirse a un equipo deportivo, pero el movimiento se puede incorporar a otras actividades. Si a su hijo adolescente le gusta la fotografía, explore las rutas de senderismo o los parques en busca de oportunidades. Los adolescentes a los que les encanta leer pueden estar interesados en ir en bicicleta a varias librerías o los adolescentes amantes de los animales podrían ser voluntarios como paseadores de perros en una asociación humanitaria local.
Recuerde consultar con el proveedor de atención primaria de su adolescente sobre cualquier inquietud que tenga antes de que su adolescente comience un nuevo programa de ejercicios, especialmente si su adolescente tiene una afección de salud crónica, como epilepsia, diabetes o asma.
Referencia bibliográfica:
- Mayo Clinic Health System