El dolor crónico puede limitar tu calidad de vida y puede originar problemas graves de salud adicionales. Es importante encontrar un tratamiento efectivo, tanto como lo es equilibrar el alivio del dolor con tu seguridad.
Paracetamol
El paracetamol suele recomendarse como tratamiento de primera línea para el dolor de leve a moderado, como el causado por una lesión cutánea, un dolor de cabeza o un trastorno musculoesquelético. A menudo, el paracetamol se receta para ayudar a controlar la artrosis y el dolor de espalda. También puede combinarse con opioides para reducir la cantidad necesaria de estos últimos.
Cómo funciona. Los médicos no saben con seguridad cómo funciona el paracetamol. Algunos científicos consideran que podría existir un tercer tipo de ciclooxigenasa, la COX-3, que el paracetamol bloquea. El paracetamol no afecta las otras dos enzimas ciclooxigenasas, y no trata la inflamación, solo el dolor.
Beneficios y riesgos. Por lo general, se considera que el paracetamol es más seguro que otros analgésicos no opioides debido a que no causa efectos secundarios tales como dolor estomacal y sangrado. Sin embargo, tomar más de la dosis recomendada, o tomar paracetamol con alcohol, aumenta el riesgo de sufrir daño en los riñones o insuficiencia hepática con el transcurso del tiempo.
En resumen. Generalmente, el paracetamol es una primera opción segura para tratar muchos tipos de dolor, como el dolor crónico. Pídele orientación a tu médico sobre otros medicamentos que debas evitar cuando tomas paracetamol.
Autor: Mayo Clinic – Dolor crónico: decidir sobre medicamentos