El juego en la vida del niño es la base de un buen desarrollo, jugar es la actividad más natural y para ellos es la cosa más seria del mundo; es tan vital como el aire que respiran. Los niños que no juegan hoy, es posible que cuando sean grande no sabrán pensar ni actuar, porque no han vivido experiencias y no han desarrollado habilidades que se dan a través del juego, la niñez se ha dado justamente para jugar. Esto es lo que los padres deben tener muy claro.
Para que el juego sea educativo, requiere de una mínima dedicación de los padres, en ocasiones los padres suelen entender que el juego infantil es un pasatiempo o como una fórmula cómoda para evitar que los niños no molesten y no es así más bien el JUEGO es el gran aprendizaje de la vida.
A través del juego está el secreto en el que se pueden forjar voluntades, habilidades, adquirir conocimientos y fuerzas que ninguna otra actividad puede proporcionar y, menos en forma tan atractiva. Los amigos son esenciales para jugar, aprender a compartir, a saber, perder y que hay ocasiones que si se ganan y en otras no. En todo hay que aprender a decir siempre la verdad, a respetar el puesto del otro que llego primero, inculcarles iniciativas, espíritu de decisión, espontaneidad y satisfacción en lo que hacen.
El juego en la casa trae molestias a los padres, están expuestos a que rompan adornos, o ventanas, que el comedor y la sala parecen campos de batallas, los gritos cuando juegan son muy naturales de ellos, pero es un justo precio que hay que pagar y la mejor manera de hacerlo es ponerse a jugar a ratos con ellos, o simplemente al lado de los hijos, así se sienten que comparten el juego. Se puede enseñar a prevenir accidentes a respetar al otro que juega en el mismo espacio, a potenciar la memoria, a procurar marcarles espacios para que desarrollen allí su creatividad y nadie los moleste en sus rincones.
Por esos en los ratos libres los padres deben sentarse a jugar con los niños. Mientras juegan aprenden cosas y educan su personalidad.
Los niños tienen mucha imaginación fantasía, no necesita que nadie les explique la importancia y necesidad de jugar la llevan por dentro, es un impulso innato en ellos de imitar personajes, inventarse formas de distraerse, para ello es muy importante que los padres nos interesemos en sus juegos ya que mientras juegan, aprenden cosas, educan su personalidad y se divierten como una alegría única y llenos de felicidad.
En ocasiones los padres ignoramos o menospreciamos sus fantasías, e incluso en ocasiones sin darnos cuenta ponemos obstáculos para que ellos no sigan con sus juegos, esto hace que el niño se encierre en sí mismo y se sienta incomprendido, sin querer estamos truncando una vocación.
- El niño hace del juego el aprendizaje de la vida, con sus dificultades imprevistas, con sus luchas y con sus astucias.
- No se concibe la vida de un niño sin el juego, esa es una forma de aprender a fortalecer su carácter.
- El juego es la más práctico y sencillo para educar al niño a resistir.
- Hay que enseñarle a jugar, lo mismo que se le enseña a comer. Dos cosas naturales que ya saben hacer por instinto pero que hay que educar.
- En los juegos todos los niños terminan cansados, risueños, alegres y mejora su relación con los otros niños.
- Los niños quieren jugar y no saben lo mucho que los padres pueden aportar a su formación, no desaprovechar esa etapa de los hijos cuando son niños, el tiempo pasa muy rápido cuando nos damos cuenta ya son adultos y hemos dejado pasar los mejor momentos y años de nuestros hijos.
Autora: Mariana Farah A. / Orientadora Familiar / mariana_farah@hotmail.com / Fuente: Cómo educar jugando (José María Batllori)